Podría haberte dicho "¿Qué me importa? Si soy un millón de cosas"- Pude hacerlo y no lo hice, no sé por qué. Será porque es más fácil escribirlo o demostrarlo. Podría haber llorado un mar de lágrimas saladas, arrojarme a los abismos y partirme en dos el alma. Desatar la tempestad y el huracán de mi garganta y confesar desesperada que no puedo con mi rabia. En mi actitud, no soy tan evidente. No puedo sufrir más. El dolor cuando es por dentro es más fuerte, no se alivia con decírselo a la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario